Cuerpo Alma y Corazón

Que cada día reine en sus corazones el amor y la presencia de Jesús.

Dios los bendiga y el Angel del Señor los acompañe siempre...

domingo, 2 de marzo de 2008

Sencillas técnicas para relajarte y disminuir el estrés.



Sencillas técnicas para relajarte y disminuir el estrés.

La vida diaria con sus ritmos, sus presiones y desafíos, muchas veces nos puede jugar una mala pasada si no aprendemos a tomarnos las cosas con más calma. Si bien muchas veces no podemos cambiar los retos de la vida, lo que sí podemos modificar es nuestra forma de reaccionar ante ellos y de sobrellevarlos.

No sólo las tradiciones orientales más antiguas sino también los especialistas en estrés contemporáneos aconsejan que nos focalicemos en vivir el momento (el “aquí y ahora”), en ser conscientes de cada “presente” que transcurre y que aprendamos a tranquilizar el estado de nuestra mente.

Como casi toda la ansiedad que experimentamos está relacionada con el futuro o con el pasado, centrarnos en el presente es una forma efectiva de disminuir el estrés.
Hay una gran variedad de técnicas, sencillas pero idóneas, que si se las sigue con constancia y voluntad ayudan a disminuir el estrés. Veamos algunas de ellas:

-Observar y controlar la respiración: El ritmo de nuestra respiración está relacionado con nuestra reacción al estrés, y puede influir en nuestra respuesta emocional.
Cuando un individuo está estresado su respiración se torna superficial, lo que a la vez exacerba el estado de ansiedad y resta vitalidad a todo el organismo. Para asegurar una oxigenación adecuada es menester primero aprender a respirar con profundidad, así como a utilizar bien el diafragma en lugar de los músculos pectorales.

-Respiración con el diafragma: Acuéstate boca arriba con una mano sobre el pecho y la otra sobre el abdomen. Respira, de manera lenta y regular, por la nariz, sin abrir la boca. Al inhalar, permite que el aire entre bien y empuje tu abdomen, a la vez que eleva tu mano. Detente, manteniendo el aire durante dos segundos y luego exhala. Siente como tu abdomen y tu mano bajan. Para que la respiración sea abdominal realmente, observa la mano que está sobre tu pecho: no debería moverse.

Repite varias veces esta técnica, acostado, sentado y de pie, hasta que se te vuelva algo natural.
La paz no puede ser comprada ni regalada a nadie. Debe crearse en nosotros mismos y no ser momentánea. En la medida en que en cada quien sea creada, podrá proyectarla. La paz es un estado del ser.
Dr. Swami PRANAVANANDA

Renueva tu Energìa


RENUEVA TU ENERGÍA

Dormir bien te ayuda a reponer la energía perdida durante el día y prepara el cuerpo para afrontar una nueva jornada, mejorando nuestra salud y estado de ánimo.

El ser humano invierte un tercio de su vida en dormir, unos 25 años. Investigaciones recientes han demostrado una clara relación entre la cantidad y la calidad del sueño y el estado de salud y la esperanza de vida. Cuanto mejor descansa y duerme una persona, mayores probabilidades tiene de disfrutar de una vida longeva.
¿Dormimos poco y mal?

Los españoles, aseguran los expertos, dormimos poco y mal. La falta de sueño genera problemas de salud a la mitad de la población y los especialistas estiman que unos 13 millones de españoles padecerán a lo largo de su vida algún trastorno relacionado con el sueño.
Nuestros malos hábitos de sueño influyen de forma negativa en el organismo. Un descanso incorrecto puede provocar deterioros en la columna vertebral, alterar la elasticidad de la musculatura, el equilibrio mental y disminuir la capacidad de concentración y el rendimiento.
Se estima que el 30% de la población adulta padece en mayor o menor grado alteraciones del sueño, de las que el insomnio es la más frecuente.

¿Por qué se duerme peor?

Se duerme peor, debido a que la industrialización aumenta los trastornos por estrés y de los ritmos biológicos, y es cada vez más común el trabajo a lo largo de las 24 horas. Además, la iluminación eléctrica termina empeorando la calidad del sueño y permite mantener la actividad hasta antes de irse a dormir, sin que se produzca la necesaria desaceleración para conciliar el sueño. Otros factores que influyen en la calidad de nuestro descanso son los cambios producidos en la alimentación, los horarios, y la actividad física que introduce el actual estilo de vida.

Cómo conseguir un buen descanso.

Las rutinas antes de dormir son muy importantes, ya que de esta manera acostumbramos al cuerpo a seguir un ciclo regular. La primera recomendación es acostarse en cuanto aparezcan los primeros signos de sueño.

Tomar un baño caliente, un vaso de leche templada o escuchar música tranquila son actividades relajantes que nos ayudarán a conciliar el sueño.
- La cama : En ocasiones, cuando no podemos dormir o nos levantamos cansados, puede que la culpa sea de la cama. El plano ideal de reposo es el conjunto formado por una base semirrígida y un colchón de máxima firmeza, que no dureza, ya que los especialistas coinciden en que la cama dura no es el lugar adecuado para un buen descanso. Elige la almohada que mejor se adapte a tu cabeza, cuello y anchura de los hombros. El relleno debe tener la firmeza necesaria para evitar que la cabeza caiga hacia atrás.

- La postura, mejor boca arriba : Muchos dolores corporales son causados –y agravados– al adoptar posturas incorrectas durante el sueño. Y la espalda es, sin duda, la primera perjudicada. La mejor postura es boca arriba, apoyando la columna sobre el colchón. No es recomendable, sin embargo, dormir boca abajo, ya que en esta postura se suele modificar la curvatura de la columna lumbar.De costado es una opción intermedia que permite un buen descanso si se realiza adecuadamente.

- Duerme en una habitación bien ventilada, evita ruidos o luz en exceso. Cena dos horas antes de ir a la cama. Importante no acostarse con hambre, ni después de una comida muy pesada o copiosa. Consume menos café, alcohol, té, refrescos, tabaco y cacao que son alterantes.

- Mantener una respiración lenta y profunda, sentado en un sofá o en la cama, es un buen recurso para atemperar una mente hirviente y neutralizar la agitación de ideas, que impiden dormir.

- No sólo hay que acostarse cansado emocionalmente, debido al ajetreo del día, sino que también nuestro cuerpo debe desear el descanso. Para ello conviene hacer ejercicio aeróbico (bicicleta, carrera) unas horas antes de dormir, pero nunca poco antes. El sexo también es un buen inductor del sueño.

- Intenta aparcar tus problemas personales antes de dormir: no dejes que los conflictos laborales o familiares te quiten el sueño. Hay que irse a la cama libre de preocupaciones, miedos, tensiones y de aquellos pensamientos negativos que influyen en la calidad del sueño y lo agitan.
Descansando limpiamos los nervios de la mente, y eso nos da paz, satisfacción, felicidad, capacidad de abrir el corazón, capacidad de comunicación, y claridad para guiar nuestros pensamientos.

Paz Mental

Paz mental
por La Femme Nishkita
La meditación es una práctica milenaria que nos ayuda a controlar nuestra mente y enfocar nuestra vida. Muchas veces este término se confunde con “reflexionar” sobre ciertos asuntos, pero muy por el contrario, meditar es anular el pensamiento.
Cuando atravezamos por periodos de mucho trabajo, tensiones, preocupaciones o decisiones complejas, nuestra mente suele desordenarse. Pensamos muchas cosas simultáneas, a veces hasta perdemos el hilo de la conversación, no podemos recordar nombres, o cosas y otras tantas veces, no sabemos dónde las dejamos (¿has visto mis llaves…mis billetera…mi celular…etc).
También sucede que vamos a algún sitio y derrepente nos damos cuenta que no sabemos por qué pensamos ir hacia allá en un primer momento (¿Qué venía a buscar aquí?). Todos estos síntomas, entre otros, manifiestan un desorden mental.
Una pila de recuerdos y pensamientos revueltos que nos hacen tropezar en nuestra vida diaria y que a la larga pueden perjudicar nuestro rendimiento, nuestro entorno y las metas o sueños que nos trazamos en un comienzo.

Recuperar la paz mental es posible al meditar. Por ello, les dejo algunas técnicas para aquellos que se animen a intentarlo:
1) Para meditar se requiere voluntad. Si no estás dispuesto a luchar contra tu mente indisciplinada, ya perdiste la oportunidad de empezar.
2) Busca un momento de tranquilidad, soledad y silencio. Muchas personas sólo pueden lograr esto muy temprano por la mañana, antes del amanecer.
3) En un lugar cómodo, siéntate con la espalda recta, en la posición que más te agrade y te mantenga despierto.
4) Una buena idea es colocar una vela encendida a la altura de la vista. Concentrarse en la imagen de la llama, ayuda a bloquear otros pensamientos.
5) Concentrarse en la respiración (inspiración y exhalación) también nos ayuda a no distraernos. Si lo deseas, puedes usar un mantra, es decir una palabra que no tenga ningún significado para ti (que no genere conexiones con pensamientos). La palabra “om” es la más usada. Cualquiera sirve, en especial las de dos sílabas. Puedes buscar palabras en idiomas que no conozcas para crear tu propio mantra.
6) Lo más importante es bloquear todo pensamiento que nos invada. Es natural que recibamos un bombardeo de pensamientos y sensaciones. Hay que tratar de conservar la calma y silenciar nuestra voz interior (salvo el mantra).
7) Comenzar con 5 minutos. Luego pueden ser 10 o 20. Si desean más tiempo, significa que han logrado calmar el flujo normal de su pensamiento y que la meditación ha cumplido su objetivo.