Cuerpo Alma y Corazón

Que cada día reine en sus corazones el amor y la presencia de Jesús.

Dios los bendiga y el Angel del Señor los acompañe siempre...

viernes, 6 de agosto de 2010

Arriesgate a Vivir


ARRIÉSGATE A VIVIR

Hay muchas personas que tienen miedo
de arriesgarse.
Si se ríen, creen que van a parecer tontos.
Si lloran, temen parecer unos sentimentales.
Tienen miedo de hacer algo por los demás,
porque no quieren involucrarse
ni meterse en líos.
Pero debes saber que amar es arriesgarse
a no ser correspondido,
Luchar por algo es arriesgarse a fracasar
y vivir es arriesgarse a morir.
Pero, si nunca te arriesgas por nada,
si no te esfuerzas por conseguir un ideal, entonces...
no padecerás insomnio ni preocupaciones
ni sufrirás decepciones y fracasos,
pero tu vida será un continuo fracaso,
porque no hay mayor fracaso
que no hacer nada
y no arriesgarse por nada.

Por eso, te recomiendo que nunca dejes de soñar, pues soñar es el principio de un sueño hecho realidad. Quizás hubo un momento en que creíste que tu vida no tenía sentido y que preferías morir a vivir. Quizás pensaste que la tristeza sería tu compañera eterna y, sin embargo, ahora puedes sentir la alegría de vivir. Quizás creíste que nunca podrías hacer nada por ti mismo y que serías un inútil sin remedio, pero ahora te das cuenta de que estabas equivocado y que has podido hacer muchas cosas con esfuerzo y sacrificio.


Sí, vale la pena seguir viviendo con Dios en el corazón, vale la pena seguir luchando por un ideal, vale la pena seguir trabajando por conseguir la meta soñada. Por eso, nunca tires la toalla, nunca te desanimes, nunca bajes la guardia. Tu Padre Dios, está pendiente de ti y se siente orgulloso de ti. Sigue adelante, sigue caminando, pues caminar es vivir y mientras hay vida hay esperanza.

No tengas miedo al porvenir, que está en las manos de Dios. No temas el futuro, que todavía no existe. No te angusties por los defectos que tienes o por los pecados cometidos en tu pasado. Dios es más grande que todo y te ama infinitamente y tiene misericordia de ti. Pero, mientras tengas vida, no te detengas; sigue amando sin cesar. Haz el bien a todos los que puedas y dale gracias todos los días a tu Padre Dios por el DON INMENSO de la vida. Que tu vida sea un canto de agradecimiento a Dios por todos los dones recibidos.

Que Dios te Bendiga cada día más...